En
general el consumo de alcohol en la práctica que sea, es una grave problemática
sanitaria y social para nuestro país. Arbitrariamente el hecho especifico
que trae sólo uno de los problemas de
todas las derivaciones de la ingesta de alcohol como el caso de “conducir en
estado de embriaguez” ha servido para ocupar el puesto número 20 en accidentes
a nivel mundial. Ubicándonos en el presente uno de los últimos informes
realizados por el periódico el Espectador nos arrojó resultados de un promedio
de 3 personas que pierden la vida cada día a causa de estos conductores. Lo que
nos sirve para poner en tela de juicio a todos los actores que implica un
escenario de estos. Este acto se convierte automáticamente en un fenómeno
sociocultural, iniciando principalmente
por el hecho de que llegue a perder su propia vida o de que en caso contrario
la conserve e implique la muerte de una o más personas. El principal deber del conductor es el de
asumir la responsabilidad social frente a las leyes del estado en que viva, medida
que afectará a su familia/grupos sociales, y principalmente daño psicológico y
social a las familias de las víctimas.
Todos los
fenómenos que ocurren en el seno de la sociedad, por poco evidente que sean,
presentan una cierta generalidad y sin duda son de interés social. No hay
acontecimiento humano que no pueda llamarse como hecho social, todos los
individuos interactúan de una u otra forma, Así pues en este enfoque la
sociología se destaca primordialmente antes de reconocer cualquier aspecto
biológico o psicológico, para ello aludimos un párrafo a nuestro análisis
extraído del libro de la Universidad Javeriana:
Sin la
interacción carece de significación en este sentido; deja de ser un fenómeno
sociocultural: se convierte entonces en un fenómeno puramente físico o
biológico, objeto propio del estudio de la física o de la biología, y no de la
sociología o de cualquier ciencia social. Si una persona dispara contra
otra, la composición físico-química del
revólver, la trayectoria de la bala, la fuerza con la cual ha golpeado a la
otra parte, los aspectos biológicos de la herida y de los órganos perforados
por la bala, la causa de la muerte, etc., son asuntos cuyo estudio corresponde
a especialistas en física, química y biología. Solo se transforma en un fenómeno
sociocultural o superorgánico y cae dentro del dominio del criminólogo, del
sociólogo y del cultor de la ciencia social, cuando esta clase de interacción
adquiere el sentido o valor de “asesinato” u “homicidio”, de “acción heroica”
para exterminar al enemigo en la guerra, o el “acto de defensa propia”. De
igual modo, si la interacción consiste en la cúpula sexual; este fenómeno no
constituye un fenómeno sociocultural en sus caracteres puramente físicos o
biológicos. Sin embargo, cuando la copulación se traduce en un fenómeno de
prostitución, en una violación o en un casamiento. (Frag. Pag. 195-196
Sociología I, Modulo 2)
Para
comprender y explicar el fenómeno del
consumo de alcohol, la psicología social
incorpora una posición interdisciplinaria para abarcar diferentes perspectivas las posibilidades que
den explicación a los aspectos de las conductas de las personas en el entorno
social. ¿Qué factores se crean en la mente de una persona para optar
desmedidamente por una acción que no sólo lo afectará a él sino a más posibles
actores?
La
comprensión de que nuestra existencia como seres humanos, no está basada sólo
en nosotros mismos sino que está vinculada de manera intrínseca en la
interacción con las demás personas que formen parte de nuestro grupos sociales,
lo que incluye el principal núcleo social que es la familia y posteriormente lo
que la familia empiece a imponer en la persona desde temprana edad, como lo es
la escuela, la religión, grupos de arte/deporte etc., conscientes de ésto
estamos ligados a una convivencia mutua con una pluralidad diferente de
caracteres de otras personas igualmente regidas bajo influencias sociales
directas e indirectas. En palabras de gran Aristóteles (384-322 a.C.) definió
al hombre como un “zoon poilitikon”, es decir como un ser viviente que convive
con otros.
Es
notable que un individuo pueda pertenecer a varios grupos sociales al mismo
tiempo. Grupos en donde éstos ejercen una coerción psicológica tan cargada
sobre una persona, que ésta llega a adoptar actitudes completamente
impredecibles y nuevas, cambios que pueden bien ser negativos o positivos y en
donde quedará más evidente esta transformación es sin duda alguna en la
familia, consecuencias que se verán reflejadas en el cambio de opinión, de
actitud, de imagen física, y en general en toda su conducta. Debemos tener
presente que es aquí en donde las representaciones sociales se presentan y
actúan en formas múltiples de colectividades y en donde determinamos un hecho
social el cual implica muchos actores.
Recientemente
en nuestro país fue aprobada la ley que endurece las sanciones para conductores
en estado de embriaguez, la ley aprobada por el Presidente Santos contempla
multas desde $1.768.500 hasta
$28.969.000, suspensión de licencia hasta por 10 años, inmovilización
del vehículo entre 20 horas y 20 días y trabajos comunitarios que deben cumplir
quienes incidan en transformar su vehiculo en objeto mortal contra los demás
actores de las calles y vías. Sabemos que es vital que los conductores
entiendan lo básico sobre el exceso de alcohol, el tiempo de duración en el
cuerpo, bebidas más fuertes que otras ect., paradójicamente el conductor
debería autoevaluarse antes de movilizarse. Siguiendo esta idea incluimos en
nuestro análisis la entrevista al médico Carlos Francisco Fernandez, asesor de
El Tiempo, expresando su perspectiva frente al caso de manejar en estado de
embriaguez.
¿Es
posible evaluarse solo?
Es una
medición muy subjetiva y depende del grado de autoconocimiento que tanga cada
persona. Es posible saber si ya es suficiente cuando siente algo de sueño o si
el movimiento de la boca al hablar o de las piernas al caminar cambia
mínimamente. En ese caso, lo mejor es no tomar más, comer bien y esperar un par
de horas. Y el ideal: entregar las llaves.
La masa corporal influye
La
cantidad de alcohol que se acumula en la sangre depende del metabolismo, el
peso, la edad, la estatura e incluso el género.
Para una
mujer de 55 kilos de peso, 1,60 metros de estatura y 35 años de edad, la
cerveza o su equivalente aporta, en un lapso de una hora, la siguiente cantidad
de alcohol en sangre (datos aproximados):
Una
cerveza: 0,42 gramos de alcohol por litro de sangre. Dos cervezas: 0,68
miligramos. Tres cervezas: 1,25 gramos. Cuatro cervezas: 1,36 gramos. Todos dan
positivo en el alcoholímetro.
Se puede
tomar antes de manejar, pero…
Ingerir
un par de cervezas durante el asado requiere una hora de reposo antes de
sentarse frente al timón. Es el tiempo aproximado que demora el cuerpo en
eliminarlas. Si se toman 10 cervezas, el cuerpo demora seis horas en borrar sus
rastros de alcohol. Lo mismo sucede con el vino: hay que reposarlo un par de
horas antes de coger el carro.
Comer
bien mientras toma en exceso no evita la borrachera, la retrasa, pues la grasa
impide el paso del alcohol por el píloro (que se cierra con ella) y mantiene el
trago temporalmente en el estómago: aun sintiéndose bien, la medición del
alcoholímetro dará positivo.
Los tiempos de los tragos son distintos
Esto
significa que, mientras una copa de aguardiente se toma de un golpe, una
cerveza se va tomando lentamente en el asado y el vino durante la comida.
Sin
embargo, en términos de medición, todos marcan algún grado de alcohol en la
sangre pues la ‘unidad alcohólica’ es la misma en cualquiera de estas y otras
bebidas.
Cada quién reacciona diferente
El efecto
del alcohol depende de cada persona, es decir, de la capacidad que tiene su
hígado para eliminarlo. Aunque este órgano elimina, en promedio, 10 mililitros
de alcohol cada hora, la resistencia al trago tiene que ver también con la
raza, el nivel de grasa en elcuerpo y el acostumbramiento.
¿Por qué
cambia la personalidad con el trago?
Porque
deprime el sistema nervioso y genera una sensación de adormilamiento que hace
más lentos los movimientos de quien lo toma y lo entorpecen. El alcohol es,
además, un antidiurético que aumenta el deseo de orinar, no importa si se trata
de cerveza, aguardiente o ron.
Al otro
día sigue marcando
El hecho
de que el cuerpo se tarde más en eliminar el trago de acuerdo con lo ingerido,
significa que quienes toman mucho la noche anterior seguirán marcando un alto
grado al otro día. El guayabo es el campanazo de alerta de que persiste el
alcohol en la sangre, especialmente cuando se ingieren en exceso las bebidas
fermentadas, como el vino.
¿Por qué
da guayabo?
Porque,
al deprimir el sistema nervioso, tiende a eliminar sustancias claves como el
sodio y el potasio. Por eso los calambres, el dolor de cabeza, el escalofrío y
la hipersensibilidad muscular son comunes al otro día, cuando se ingiere
alcohol en exceso.
Elementos
que inciden de tipo Individual:
La
persona es quien decide si consumir esta bebida, influyen factores como la coerción
de grupos, la búsqueda de sensaciones para evadir problemas sentimentales,
emocionales, motivacionales o esparcimiento.
Elementos
que inciden de tipo sociocultural:
En el
contexto en que desenvuelva la persona implica su acción de beber, abuso
extremo al buscar estos estados psicóticos, factores económicos, educativos,
laborales, familiares etc.
En este
sentido vemos que el este fenómeno no se desarrolla en base a una única regla,
sino contrariamente emergen factores múltiples que influyen y establecen la
realidad de la persona los cuales afectan su vida cotidiana, para estos factores
que asocian un serio potencial de consumo y realización de actos irresponsables
en estos estados, se entenderá como componentes de riesgo las condiciones
presentes en una persona sobre un escenario familiar, de grupo o comunidad que
faciliten el uso y abuso de sustancias psicoactivas.
El
consumo de bebidas alcoholizadas produce una ilusoria sensación de bienestar,
deficiencia en el estado de alerta y de reflejos, altera el proceso psicomotor,
irritación, euforia, somnolencia, déficit respiratoria, paro respiratorio o
cardiaco y en general alteración en la conciencia.
El alcohol es
una sustancia depresora del sistema nervioso central que al ser digerida en
cantidades pequeñas puede originar sensaciones de liberación, relajación y
alegría, mientras que en cantidades grandes produce alteraciones en el comportamiento,
reduce la facultad autocrítica y disminuye la capacidad motora y de percepción (ICD,
2003).
El alcohol
afecta todos los órganos del cuerpo y su consumo progresivo genera numerosas enfermedades
físicas y sicológicas incluyendo el alcoholismo, los efectos se observan desde que
la persona se toma los primeros tragos y su comportamiento cambia porque se
desinhibe, conforme aumenta la cantidad de tragos la persona presenta una
alteración en sus percepciones, emociones, visión, audición y coordinación
muscular; se hacen más lentas sus reacciones a los estímulos (IAFA, 2010).
Referencias: DEVIDA
(2006). Estudio nacional: Prevención y consumo de drogas en estudiantes de
secundaria 2005.
Extraído
de “La Psicología Social de Charles Elwood”.Athenea Digital, núm. 5 primavera,
2004, p. 0,UniversitatAtónoma de Barcelona España
Navas, J.
(1998). Conceptos y Teorías del Aprendizaje. Publicaciones
Puertorriqueñas.Woolfolk, A. (1999). Psicología Educativa. Séptima Edición.
México. Pearson.
Pontificia
Universitaria Javeriana (Facultad de educación)
“Sociología
I, Modulo 2” (1984)